miércoles, 26 de febrero de 2014

Bruce Springsteen

Después de hacer una entrada hablando en nombre de todos, explicando qué nos ha llevado a hacer este blog, me gustaría estrenarme en la sección de música -probablemente una de las que mas me apasionan- escribiendo sobre el artista que, sin duda, me ha marcado más. En mi primera entrada de la sección mencionada con anterioridad, me gustaría hablar del artista que hace tiempo que me acompaña y mas me apasiona: Bruce Springsteen.
No es el primer cantante que descubrí al empezar a curiosear entre los elepés de mis padres; antes vinieron los Rolling Stones y su rebeldía, la fuerza y potencia de AC/DC, la voz de Freddie Mercury y el espíritu de Queen. Si, puedo decir que Queen fueron mi primer grupo; sus canciones me acompañaban allí donde iba, anhelaba sus discos y quería coleccionar todo lo que fuera posible, leía libros y buscaba artículos para conocer más sobre esos cuatro chicos que me habían llegado como nadie antes lo había conseguido. Suyo [en la gira junto a Paul Rodgers] fue mi primer concierto grande, y esa noche fue mágica, de aquellas que no se olvidan nunca. Y siempre serán eso, el primer grupo que abrió mi horizonte musical, aquellos que me enseñaron a buscar para conocer grupos nuevos, aquellos con quien aprendí a valorar este arte que es la música.
Pero un día, algo en mi hizo un “clic” que cambiaría por completo mi concepto de música, que haría que jamás volviera a escucharla de la misma manera. Ese día cambió algo que me llevó a enamorarme de la música de alguien que hasta ese momento había ignorado. Bruce Springsteen. Recuerdo perfectamente la primera canción que escuche del roquero de Nueva Jersey, Hungry Heart. En mi casa tenemos el LP “Live 1975-85” y a mi, acostumbrado a los CD'S como estaba en aquel entonces, me resultaba divertido ver como el vinilo giraba en el plato. Si, de esta manera tan simple me introducí en su mundo. Por alguna razón que desconozco, esa caja llamó mi atención: Bruce sale en portada con su fender en mano. Aquí, empieza mi vínculo con el Boss. Cómo llegué a esa canción, no lo se, pero algo me llevó a ella y aquel sonido me dejó maravillado. La canción incluida en The River empieza con batería y teclado, para derivar -en esa versión en directo- a algo que me sorprendió: un estadio coreando la canción a pulmón, letra a letra la cantaban toda. Algo tenia ese hombre que hacia que tanta gente cantara sus canciones. Siempre recurría a esa pieza cuando quería escuchar a Springsteen, y pasaría un tiempo antes no empezara a descubrir, poco a poco, ese universo que tiene a su alrededor. Antes de perderme entre canciones y discos varios, llegaron a mis manos un par de libros: el primero Greetings From E Street, es una maravilla, escrito a consciencia y con memorabilia extra en sobres; el segundo Barcelona Loves Bruce, este una recopilación de sus conciertos en Barcelona. Con ambas publicaciones me quedaba clara una cosa: había revolucionado el mundo de la música y la gente hacia todos los posibles para verlo en directo. En muchos aspectos, había marcado un antes y un después y era un modelo a seguir para muchos.
A partir de ese punto, llegaron a caer los primeros CD'S, DVD'S y similares. Como muchos de los seguidores de las nuevas generaciones, me inicié a su música con los temas mas clásicos -y a veces mas odiados para ciertos sectores- y es que Born In The USA, Badlands y ese Born To Run tenían algo que no sabia que era, pero que tenia claro que me gustaba. Gracias a la biblioteca municipal de mi ciudad pude acceder a la grabación Live In Barcelona, y con ella quedé encandilado. En directo mostraba una fuerza y una potencia inigualables, un espíritu de rock insaciable, tenia a veinte mil personas saltando a la vez, las cuales, con un simple gesto suyo, creaban un silencio sepulcral en un abrir y cerrar de ojos. Creaba un vínculo mágico con el respetable. Gracias a Internet y las nuevas tecnologías, pude ver mas videos y descubrir un poco mas, hasta que llegó lo que hizo que, definitivamente, me enamorara de su música y descubriera un mundo totalmente nuevo. Su discografía completa.
Después de anotar todos sus discos por orden cronológico, dediqué unas cuantas tardes a escuchar sus compactos. Uno a uno. Cada uno de ellos, tenia algo que me tocaba por dentro, una cosa pequeña que me dejaba prendado, algo que hacia que me identificara con ese hombre y su música. Mas tarde, cuando dediqué parte de mi tiempo a traducir las letras, esta sensación creció, pero en un primer momento era puramente musical.
Con cada canción, se abría ante mi un mundo completamente distinto. Sonaba diferente a lo que estaba acostumbrado a escuchar: el sonido Queen no se parecía nada, la rebeldía de los Rolling iba por otro camino... fue una combinación que no se puede definir. Y eso, es lo que hace especial este vínculo que se creo entre su música y yo, que las sensaciones que me despierta son tantas que no se pueden plasmar en un papel. De Greetings From Asbury Park, N.J. eran esas guitarras, ese sonido tan fresco, ese folk que tendía a rock al avanzar el álbum. Del segundo, The Wild, The Innocent And The E Street Shuffle, fueron esas instrumentaciones abundantes, llevadas al extremo y cuidadas con una pulcritud máxima; el piano de Incident On 57Th Street, David Sancious brillando como nunca en New York City Serenade, la potencia de Rosalita (Come Out Tonight), ese 4th Of July, Asbury Park (Sandy) tan intimista... Y Born To Run ya fue la guinda al pastel, un disco que engancha y te deja prendado desde la primera nota. Esa armónica que suena en los primeros segundos para dar paso a un Bruce que va desgranando Thunder Road poco a poco, con aquel sentimiento tan suyo... la sección de vientos de Tenth Avenue Freeze-Out, los redobles de la canción que le da nombre al compacto. Es Backstreets, Night, es ese Jungleland cuyo solo de saxo deja sin aliento...
Del Darkness On The Edge Of Town, que decir; furia, potencia, rebeldía... un disco rápido y dinámico con un precioso Racing In The Streets que rompe esa estructura de álbum lineal con un Springsteen que brilla delante del micro... y The River ya fue mi confirmación, el ultimo paso antes de la springsteenmania. Tenia el Hungry Heart que me hizo conocer al Jefe, un Sherry Darling y un Ramrod que me invitaba a no quedarme quieto, Drive All Night para encarar el final del disco de la mejor manera posible, ese The River que te toca hasta el punto de dejarte con la lágrima... y podría estar horas y horas escribiendo sobre los detalles de su discografía que me enamoran, porque para mí, es uno de los artistas mas completos y, sin lugar a duda, quien mas me ha marcado. Nunca olvidaré ese 17 de mayo de 2012 cuando salió al escenario de Montjuïc, en Barcelona, y pude verle por primera vez; esa combinación de sentimientos: emoción, nervios, tristeza al terminar... ese temblor de piernas cuando empezó a sonar mi favorita -Thunder Road-, ese seguido de lágrimas que empezaron a caer mejilla abajo cuando él decidió que debíamos cantar nosotros, el estadio coreando el nombre de Clarence en Tenth Avenue Freeze-Out, los recuerdos a Big Man y a Danny en My City Of Ruins... una noche mágica. Ese día, entendí por que hay gente que coge aviones para ir a sus conciertos. Ese día, entendí porque le llaman The Boss y porque siempre que viene, agota entradas.
Ha sido él quien me ha enseñado a amar la música como lo hago, quien ha hecho que quiera hacer algo relacionado con este mundo, quien hace que escuche cada día sus canciones como si fuera el primero, que me emocione como si fueran algo nuevo para mi cuando las he escuchado días y días... Clarence Clemons es el culpable de mi amor por el saxo, Max hizo que me fijara en la batería mas de lo que ya lo hacia. Stevie y Nils me hacen enloquecer con sus guitarras, Roy me deja sin aliento cada vez que ese piano saca las notas de alguna de mis favoritas... Garry, que decir de él, un grande!
Porque señores, para mi esto es Bruce. Sorprender. Hacer lo que nadie espera. No aferrarse a lo que dictan las directrices. Renovarse. Explorar. Colgarse una guitarra a la espalda y hacer que, durante unos minutos, no existan los problemas. Sacar sonrisas por doquier. Hacer llorar a los hombres y gritar a las mujeres. Tocar como si cada nota, cada minuto, cada segundo, fuera el último de su carrera. Entregarse por completo a un público que ha hecho, de su música, la banda sonora de sus vidas, aquello que les acompaña allí donde van. Sacar sonrisas. Emocionar. Llegar a la gente como pocos saben hacer. Siempre, eso si, sin dejar de tocar con los pies en el suelo, porque dentro de la estrella que es, sigue teniendo el espíritu de ese chico inconformista de Asbury Park que escribía canciones a modo de evasión. Es eso y es mucho mas, porque hay una cosa que se aleja por completo de los aspectos musicales, pero que siempre le voy a agradecer. Ha sido su musica la que me ha dado la oportunidad de conocer a mi familia brucera, unos chicos con los que comparto una pasión: Bruce Springsteen, y con los que la amistad que hemos entablado, va mucho mas lejos. No se limita a esto. Él es uno de nuestros temas de conversación, pero sabemos que nos tenemos para lo bueno, para lo malo, para hablar, para reír, para pedir consejos, para compartir experiencias... y esto, en estos momentos, es impagable.

Por todo esto, y muchas mas cosas que aquí no cabrían, gracias Bruce!

No surrender!

-Nasi

2 comentarios:

  1. Ver que alguien que siente la música igual que tú lo exprese tan bien, me llega a crear una sensación extraña, de emoción o no se qué. Me ha encantado Ignasi. Sherry.

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  2. Me identifico con cada una de tus palabras. Has sabido definir muy bien algo tan inexplicable. Me ha encantado, y me encanta que compartamos esta pasión.
    Núr

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