viernes, 18 de abril de 2014

Living in L.A. (11)

-          ¿Dónde estoy? ¿Qué es este sitio tan blanco?
-          Es la muerte amigo mío.
-          ¿Cory?
-          Sí, soy yo. Tú eres Alex.
-          ¿Cómo sabes de mí?
-          Porque precisamente yo estaba contando lo que hacías lo yayis.
-          ¿Contar? ¿A quién?
-          La verdad, no lo sé, solo sé que me gustáis.
-          Es raro… Pero me estás diciendo que estoy muerto? Me he muerto después de pelearme con mis amigos, y después de rodar por un tejado.
-          Sí, eso parece. La vida es así de dura muchas veces.
-          Tu pérdida si fue dura tío. Se me contradicen las emociones, triste porque esto ha acabado, contento por poderte conocer.
-          Alex, no sé yo si puedes estar contento. Estas muerto, no sé si eso es motivo para alegrarse, aunque me conozcas, porque yo tan solo soy alguien más que ha muerto, aquí no soy nadie especial, no hay un cielo de famosos.
-          Uno de mis sueños se ha cumplido, algo es algo. Además paso de todo ya, la he jodido mucho desde que llegue a L.A., me he portado mal con ellos, mal conmigo. Por cierto, que es eso?
-          ¿Eso qué?
-          VANESSA. ¿ERES TU?
-          No tío, soy Cory.
-          “Chaval, ¿estás bien?”
-          Vanessa, estas muerta?
-          “¿Que dices?, el golpe te debe de haber afectado, ha sido una caída muy fuerte, ¿Estas bien? AYUDA!!!!!!!”
-          Cory, que está pasando, esto deja de estar blanco, veo a Vanessa, veo nuestro Jardín, lo veo todo más negro.
-          CORY, CORY.
-          “Cory no está, Cory murió hace años, tu estas bien? MIERDA, SE NOS VA, AYUDA!!!! LLAMAD A UNA AMBULANCIO O ALGO, SE NOS HA IDO”
-          Cory, que está pasando?
-          Estas entre la vida y la muerte. Tienes que decidir si quieres vivir y luchar o lo das ya todo por perdido, has de ser rápido, mientras escuches a Vanessa tendrás la puerta abierta. Tu solo tienes que decidir.
-          La vuelvo a ver. VANESSA, estoy bien.
“Parece que vuelve a estar consciente, AYUDA!!! Cómo te llamas chaval?”
+        ALEX!!!! –Gritan los yayis a la vez.
+        Chicos, lo siento. –Dice Alex con una voz muy débil.
+        ¿Estás bien? Ya hemos llamado a una ambulancia, gracias Vanessa. – Dice Monica muy preocupada.
+        Si Monica, estoy bien, aunque me duele todo, absolutamente todo. Y Vanessa, siento que nos conozcamos así. – Contesta Alex con muy pocas fuerzas.
+        Tranquilo Alex, así me has dicho que te llamabas no? – Le responde Vanessa.
+        ALEX, ESTAS LOCO? – Pregunta Nuria exaltada.
+        Ya sabes que un poco. –Contesta Alex a media risa, cada vez con más fuerza. – Enserio, chicos lo siento, me he potado como un auténtico capullo desde que llegamos, pero esto me ha hecho abrir los ojos, y desde ya seré otro, nada de calzoncillos, nada de borracho todo los días, lo juro. Venid aquí y abrazarme.
Entonces se abrazan conjuntamente todos lo yayis, Alex se incorpora y justo llega la ambulancia, que le impide moverse.  Allí mismo le hacen un reconocimiento y le dicen que ha de ir al hospital, pero él se niega dando una razón, y no es otra que “Esto no ha sido nada, solo una lección de vida, cada minuto que pasa estoy mejor, ha pasado lo que tenía que pasar, si tuviera que ir al hospital habría caído al suelo, lo único que quiero ahora es seguir celebrando con mis amigos esta fiesta para celebrar sus éxitos, y conocer a esta chica preciosa.”.
Así que en contra de los médicos, en contra de la opinión del resto de yayis Alex se ha quedado en la fiesta, y Vanessa ha prometido que cuidaría de él, ya que él quería hablar con ella. Por lo tanto los médicos se han ido con la promesa de que al mínimo síntoma Vanessa les avisaría.
Así que todos retoman su noche, y Alex y Vanessa se van juntos al columpio que hay en la parte trasera de la casa. Es el típico columpio doble de las casas americanas. Allí sentados, se ponen a hablar, a hablar esto:
-          Seguro que estas bien?
-          Que si Vanessa, estoy perfectamente, tú has sido la última y la primera imagen que he visto antes y después de caerme, y estas aquí. Podría estar mejor?
-          Si podrías, si no te hubieras caído.
-          Si no me hubiera caído, no hubiéramos hablado, no habría tenido el valor, te sigo desde hace años, y no creo que estés aquí, a dos metros míos.
-          Pero eso no lo sabes, quizás yo hubiera sido la que hablara contigo.
-          Eso no creo, así que la caída no ha sido tan mala. – Alex pasa su brazo por detrás de Vanessa. – Sabes qué? Morir aunque sea unos segundos, por tal de conocerte y estar aquí y ahora, merece la pena.
-          Que tonterías dices, tú no has muerto. – Una sonrisa leve de Vanessa.
-          He muerto, he conocido a Cory, pero se ve que tenía la oportunidad de volver a vivir si yo quería, y al estar tú al otro lado, he creído que merecía la pena volver a la vida.
-          Deja de decir tonterías.
Alex se lanza y la besa, Vanessa le devuelve el beso.
-          Lo siento, tenía que hacerlo. Pero ahora tengo que ir con mis amigos, a disculparme como debe ser con ellos. –Alex se levanta del columpio.
-          Tú no te puedes ir, al menos solo, tengo que ir contigo.
-          Puedo yo solo, pero las buenas compañías nunca hacen daño.

Alex le da la mano para ayudarla a levantarse, y los dos cogidos de la mano van en busca de los yayis.

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